Nueva entrega del extenso repertorio del Maestro. Esta vez se trata de una canción agresiva, contundente y con mucha fuerza que fue compuesta en el período en el que vivía en una pensión del barrio de Parque Chas.
Alma y pena de Miyel Gutierrez
Un momento de quiebre, una gota apasionada, un sueño en la rivera que se pierde en un mundo virtual, el homenaje al más grande y más incomprendido artista del tango que dió la Argentina arrabalera.
Resaca 2x4
Otra milonga que queremos compartir con ustedes. Dicen que el maestro la compuso mientras se encontraba anclado en una parada de colectivo a las tantas de la madrugada.
Guarda con el guarda
Arremeté por el entrevero y ocultá la cabeza al cielo,
se te pone la piel de gallina, ansiosa por el misterio.
La vida de miseria se facilita en un momento,
arremeté y lleváte lo que no es tuyo,
arremeté y colgáte de la balconia,
sos un punga de milonga, sos un punga engominado.
se te pone la piel de gallina, ansiosa por el misterio.
La vida de miseria se facilita en un momento,
arremeté y lleváte lo que no es tuyo,
arremeté y colgáte de la balconia,
sos un punga de milonga, sos un punga engominado.
Reportaje a Bruno "remolino" Lopez
Bruno "remolino" Lopez, guitarrista de Miyel en las giras del sexteto "Canto Mor" en la década del '60.
Periodista: ¿Cual es la faceta de Miyel que más le gustaba?
Bruno: era un tipo muy especial, yiraba mucho y sabía muy bien lo que quería, cada nota, cada acorde se debía tocar a la perfección. Sin lugar a dudas muchos lo recuerdan por su habilidad con el bandoneon, pero a mi me gustaba esa voz de compadrito que ponía cuando cantaba.
Periodista: ¿Cual es la faceta de Miyel que más le gustaba?
Bruno: era un tipo muy especial, yiraba mucho y sabía muy bien lo que quería, cada nota, cada acorde se debía tocar a la perfección. Sin lugar a dudas muchos lo recuerdan por su habilidad con el bandoneon, pero a mi me gustaba esa voz de compadrito que ponía cuando cantaba.
Pispeando en seco
Brabucona que saliste a mirar al compadrito,
pedregal en el garito de la número 4,
lo miras y le pones cara de perrito,
lo endulzas pero solo es un ingrato.
pedregal en el garito de la número 4,
lo miras y le pones cara de perrito,
lo endulzas pero solo es un ingrato.
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